El Congreso de Viena fue un encuentro internacional celebrado en la ciudad austriaca de Viena, convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón I y reorganizar la forma e ideologías políticas del Antiguo Régimen. Así pues, su intención era volver a la situación anterior a la Revolución Francesa de 1789. La reunión se llevó a cabo del 1 de octubre de 1814 al 9 de junio de 1815. Los acuerdos tuvieron vigencia en los territorios de Europa Central y del Este hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la paz se consiguió mediante el establecimiento del absolutismo. Fue convocado por el emperador de Austria, Francisco I, diciendo éste al final del congreso que la nueva Europa era la Europa de la Restauración. Pese a las medidas que se concertaron para mantener a raya a los enemigos del Antiguo Régimen, no se pudo evitar la difusión de las ideas liberales que provocaron las revoluciones de 1830 y 1848.
Tras el Congreso de Viena, se restablecieron parcialmente las fronteras anteriores a la época de Napoleón. Se dividió el imperio napoleónico y Francia retornó a las fronteras anteriores a 1789.
Pero también se produjeron cambios territoriales más profundos, entre los que destacan los siguientes:
- Se crearon nuevos Estados en torno a Francia cuya misión era impedir una expansión francesa por el continente: reino de los Países Bajos, Confederación Helvética y reino de Piamonte-Cerdeña.
- Entre Rusia, Austria y Prusia se repartieron territorios en Europa de forma equilibrada para impedir que ninguna potencia alcanzara la hegemonía sobre las demás. Además, se creó el reino de Polonia, bajo la soberanía del zar de Rusia.
- Fuera de Europa, Gran Bretaña incrementó su imperio ultramarino y se convirtió en la gran potencia.
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